Recorro sombras mientras la soledad me atenaza el nacimiento del pelo. Encuentro en ellas las raíces del amor que te profeso, lo extraigo con dulzura firme del rincón en que se oculta. Resucito así horas pasadas, y el eco insondable de mi otro nombre. Foto: Puertovenecia. MaríaLuisa Oliva-Marzo
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