NO ENTIENDO NADA
Mi cuerpo palpita,
huye, crece, se expande,
se nubla, se vence.
Busca y no entiende nada,
la mente extingue el brillo
de la mirada.
Bebo un sorbo de te,
exhalo el humo opalino
del imprescindible pitillo,
late muy lejos el corazón
en el que me habita el alma.
Y yo,
aquí,
sentada en la noche,
no entiendo nada.
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