ÁRBOL Y OCÉANO







Sumido en el sueño 
de su esencia,
bate el mar
contra la costa desnuda
de mi alma.
Se mece a sí mismo
con la canción de las olas,
profunda armonía 
de arena brillante
consuelo y cuidado
de espíritus doloridos,
de corazones rotos,
de miembros mutilados.
Así es hoy
-conmigo-
el canto del mar.


Foto: De mi archivo


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